Entre las calles Consell de Cent y Aragó, en apenas 100 metros escasos, se concentran tres de los mejores ejemplos modernistas de la ciudad.
El primero que se encuentra es la Casa Lleó-Morera, obra del arquitecto Lluís Doménech i Montaner y, a muy poca distancia, la Casa Amatller, de Josep Puig i Cadafalch y la Casa Batlló, del célebre Antoni Gaudí. Por la extrema proximidad de estos tres llamativos edificios este tramo se conoce como la manzana de la discordia.
Justo aquí, a las puertas de la Casa Amatller, una baldosa en el suelo indica que nos encontramos en el km.0 de la Ruta Europea del Modernismo.